En el marco del ´día del trabajador´,
el Obispado de San Justo junto al Foro Obrero-Empresarial de La Matanza
(F.O.B.E.M.) y la Municipalidad de La Matanza, el jueves 30 de abril,
organizaron una Misa en Acción
de Gracias que se realizó en el
atrio de la Catedral de los Santos Justo y Pastor.
Luego del acto conmemorativo, la
Ceremonia inició a las 19:00 hs. precedida por el Obispo diocesano,
Monseñor Eduardo Horacio García, y contó con la presencia de autoridades
políticas, industriales y gremiales así como también de muchos trabajadores
del distrito.
´Nos reunimos a pedir por el trabajo,
por la unidad, por un sueño. Cuando soñamos solos caemos en la tentación de la
fantasía, cuando nos animamos a soñar juntos, pero sobre todo unidos, deja de
ser sólo sueño para ser un ideal, un proyecto´, aseguró Monseñor García en referencia al motivo de la
Celebración.
A continuación, el Obispo profundizó
en la importancia de la unión:
´Pedimos que aquellos que tienen por
vocación mirar el bien de todos apuesten a la esperanza para recrear una
cultura del trabajo que sea fuente de dignidad. El trabajo dignifica, cuando además de ser el medio legítimo del sustento
del trabajador y de su familia, es el medio que le permite su desarrollo
integral como persona. No sólo es trabajo esclavo el que se realiza a las
sombras y en la ilegalidad, sino también es aquel que no le permite a los hijos
gozar de tiempo con sus padres, que fractura las familias, que impide crecer.
Las personas no son cosas, ni piezas de una máquina, aunque muchas veces
también se funden y se las tira.´
´Pedimos
que haya empresarios que apuesten a la esperanza y se arriesguen a
invertir para garantizar la ocupación y no pretendan aumentar la rentabilidad,
a costa del achicamiento del mercado laboral, que crea nuevos excluidos y más
sobrantes.´
´Pedimos trabajadores esperanzados y
conscientes que luchen por sus derechos, pero que sean responsables de sus
obligaciones. Los derechos deben ser respetados y promovidos. Las obligaciones
deben ser cumplidas con espíritu de responsabilidad y autoexigencia. Trabajar
responsablemente no tiene que ser una carga o un castigo; es la oportunidad de
mejorar, de contribuir con la comunidad a la que pertenecemos y de cumplir con
nuestra vocación. Los trabajadores no son simplemente mano de obra, son las manos
de Dios en la obra de construir un mundo mejor para todos.´
En este
contexto puso un notable énfasis en la
acción contra la cultura de la droga: ´Quiero pedir que trabajemos cada
uno desde su lugar para que sea el trabajo y no la droga la droga el que marque
el ritmo de la vida de nuestro pueblo. Si hoy está entre nosotros y sentimos
que ha venido para quedarse es porque no sólo hay productores, sino también
cómplices y quienes hacen la vista gorda traicionando al pueblo y a sus propias
familias...´
Luego,
el prelado anunció que pedirán a Su Santidad que en un futuro viaje al país
visite La Matanza, ´como lo hizo en 1987 san Juan Pablo II, para reafirmar
nuestra vocación trabajadora y constructora de una sociedad que crece por el
esfuerzo de todos y cada uno´.
No obstante, Monseñor advirtió que no desea una ´visita
que se quede en “la foto o en la placa del recuerdo anecdótico" ´sino
una ´que sea portadora de la bendición de Dios sobre nuestro pueblo que
quiere seguir trabajando´.
En consecuencia, García exhortó al Pueblo a
presentar a Francisco ´un proyecto en el cual demostremos nuestra vocación
por el bien común, nuestras ganas de servir a los más débiles y desamparados de
la sociedad. Nuestro regalo y nuestra ofrenda pobre para que en las manos de
Dios se multiplique en vida buena para muchos hermanos. Ese es nuestro
compromiso´.
Por último, se le pidió a San José Obrero, Patrono de
los trabajadores, una bendición y protección especial para nuestra Patria.
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